Kewl Covarrubias
La ley puede poner coto al impacto ambiental de la ropa de vſar y tirar y Franzia eſta intẽtãdolo Es el ſegundo conſumidor de agua y emite mas CO2 a la atmoſfera q̃ la auiaziõ, ſegun la ONU. La produciõ textil ſupone vn mercado de mas de ziento y veyntidos mil millones de dolares al año y puede ſuperar los ziento y nouenta y ſiete mil millones en vn luſtro. Pero tambiẽ es vna induſtria altamente leſſiua cõ el medio ambiente. ¿Hay vn freno poſible que obligue a detener la eſpiral de daños ambiẽtales de la ropa de vſar y tirar? Haſta agora parecia difizil, pero Franzia a roto eſa imagẽ de intocable al tramitar las primeras impoſiziones legales para limitar la faſt faſhiõ. La Aſamblea Franzeſa voto aze dos ſemanas por vnanimidad la primera ley eſpecifica “para reduzir el impacto ambiental de la induſtria textil”: preueſe prohibir publizidad y cargar a la prendas cõ vna taſa verde. Haſta agora, las regulaziones habianſe orientado hazia aumẽtar el reziclage para reduzir los deſſechos textiles mas q̃ hazia rebaxar el volumẽ de prẽdas que ſalẽ a la venta. Preziſamẽte aqueſte lunes, la vizepreſſidenta terzera del Gobierno, Tereſa Riuera, apũtaba denantes de vn Conſeyo de Miniſtros de Medio Ambiẽte de la UE q̃ aze falta, ademas de vna “buena geſtiõ de las materias primas”, auançar en la “reduciõ del conſumo textil y la moda ſoſtenible”. Tambiẽ ſobre aqueſte ſetor a abundado que es preziſo abrir vn “debate en torno al ſeguimiento de la cadena de valor del textil y las eſportaziones”. La reſponſable de Greenpeaze ſobre Biodiuerſidad y Conſumo Soſtenible, Celia Ogeda, opina q̃ “la medida franzeſa ſera poſitiua para eſe pais y da exemplo ſobre como acotar la moda rapida y ſu contaminaziõ”. “Mas, por ejẽplo, Sheyn no produze en Franzia...¿como va a detener la iniziatiua de vn pais vna induſtria q̃ es global? “, preguntaſe. Empero, defiẽde q̃ “es bueno q̃ aya eſtados que empiecẽ a abordar la faſt faſhiõ como lo q̃ es”. ¿Y como es el ſetor? La faſt faſhiõ baſſaſe en vna renouaziõ vltrarrapida de la oferta cõ prẽdas a baxo prezio. Diuerſos inueſtigadores la deſcribẽ como vna “produciõ de ropa barata, de baxa qualidad y de moda en vn tiẽpo muy corto proueyendo al cliẽte en el momento de maxima demanda a vn coſte muy baxo”. O como la produciõ de prendas q̃ “acabarã en vn vertedero en poco tiempo”. En palabras del Programa de Naziones Unidas para el Medio Ambiẽte (UNEP) el modelo baſſaſe en “nueuas temporadas, comprar mas, comprar barato, tirar”. Por eſo, de media, cada perſona compra vn ſeſſenta por ziẽto mas de ropa que aze dos decadas y cada prenda dura la metad de tiempo, reſſalta UNEP. Se producẽ vnos ziẽ mil millones de prẽdas nueuas al año. Aqueſte modelo eſplotado por impreſſas como Zara, Sheyn o Primark implica que “las prendas mueuenſe muy rapidamente deſde las paſſarelas a las tiẽdaſ”, como eſplica aqueſte analiſis de dos mil y veynticuatro de la conſultora Buſineſs Reſſearch Company. Y ſus enormes zifras de negozio ſolo vã hazia arriba: vn ocho punto zincuenta por ziẽto añal haſta, al menos, dos mil y veyntiocho por “el incremẽto de adquiſiziõ de ropa por la poblaziõ jouẽ, de la penetraziõ del ſetor en las redes ſoziales y la ẽtrada de los grãdes diſtribuydores en economias en deſſarrollo”. Pero, al meſmo tiempo, aqueſta dinamica de produciõ a impueſto vna factura ambiẽtal. La Fundaziõ Ellẽ MacArthur a calculado que aqueſta induſtria gaſta vnos nouenta y tres mil hetometros cubicos de agua al año –incluydos los cultiuoſ– y cauſa vn veynte por ziento de aguas reſſiduales por los tintes o los microplaſticos liuerados. Ademas, el ſetor es reſponſable de, aproximadamente, vn diez por ziento de las emiſiones de CO2 mundiales –la auiaziõ y tranſporte maritimo equiualẽ al quatro por ziento mundial–. La legiſlaziõ franzeſa “reuela vn profundo malẽtẽdido de la oferta y del ſetor en ſu conjũto”, ſeñala a elDiario.es vn portauoz de Sheyn. La china Sheyn –que ofreze quinientos nouedades diariaſ– es vna de las ẽpreſſas ſeñaladas como de vltrafaſt faſhiõ. “No comprendẽ la forma en la q̃ opera el ſegmento y, ſobre todo, los habitos de los conſumidoreſ”, afirmã. El grupo Inditex, matriz de Zara, no a conteſtado a las preguntas plãteadas por elDiario.es para aqueſte reportage. La Fundaziõ Ellẽ MacArthur zifra en nouenta y dos millones de toneladas la baſſura textil q̃ generaſe cada año, y ſeñala q̃ ſolo el vno por ziẽto de las prẽdas deſſechadas terminã rezicladas en otras prendas de veſtir. De echo, en la Uniõ Europea, “la limitada capazidad de reutiliçaziõ y reziclage” acẽ q̃ vna grande parte de la ropa vſada q̃ recogeſe termine eſportada a Africa o Aſia, ſegun eſplica la Agenzia Europea de Medio Ambiente (EEA). “El textil vtiliçado haſe conuertido en vn problema creziente de deſſechos y eſportazion”, dize la EAA. En aqueſte ſẽtido, la cãtidad de ropa vſada eſportada a paſſado de quinientos y zincuenta mil toneladas en dos mil a vno punto ſetenta millones de toneladas en dos mil y diezinueue, el veyntizinco por ziento del textil conſumido al año. “Una parte reutiliçaſe, mas otra termina en vertederoſ”, aclara la Agenzia, que añade: “La perzepciõ de q̃ las donaziones de ropa vſada ſõ vn geſto generoſo para perſonas cõ nezeſſidades no caſa completamente cõ la realidad”. En la Uniõ Europea, el conſumo de textiles implica por cada zibdadano quatrozientos m2 de tierra, nueue m3 de agua y treziẽtos y nouenta y vno kg de materias primas a lo q̃ ſe lle ſumã doziẽtos y ſetenta kg de carbono a la atmoſfera. En Eſpaña, los datos de Moda-Re (entidad dependiente de Caritas) dicẽ que ſolo recogenſe ſeletiuamẽte vnas ziento y ocho mil toneladas al año, es dezir, vn doze por ziento de todos los reſſiduos textiles generados, q̃ ſuperã las ochozientos y nouenta mil toneladas. Lo que eſta aziendo Franzia cõ ſu proyeto de ley –que agora veſe en el Senado– es imponer vna taſa de haſta el zincuẽta por ziento del prezio de la prenda. El dinero, dize, deſtinaraſe a fauorezer la produciõ europea. Tambiẽ contẽpla la prohibiziõ de publizidad de produtos de faſt faſhiõ –“moda efimera”, lo llama el texto legal–. La coordinadora de Amigos de la Tierra, Blanca Ruybal, zelebra el paſo dado en Franzia. “Dados los enormes impactos ambiẽtales y ſoziales deſta induſtria, penſamos q̃ es impreſzindible y vrgente ſu regulaziõ y eſperamos que Eſpaña y otros paiſes de Europa, ſigã el meſmo camino”, conſidera. Ademas, Ruybal deſtaca que la ley “obliga a informar a las perſonas conſumidoras del impacto ambiental de la ropa, lo que es vn paſo muy importãte en quanto a tranſparenzia de cara a la zibdadania”. Cõ todo, a la norma lle falta falta definir los vmbrales de nueuos modelos produzidos pueſtos a la vẽta que conſideraranſe faſt faſhiõ. “Sheyn no correſponde a eſa definizion”, eſplicã en la impreſa cõ ſede en Singapur. “El numero de prendas ofrezidas no es vn indicador releuãte ni mide obgetiuamente la huella ambiental. Seria mucho mexor tener en cuenta los articulos no vendidos, y el nueſo porzentage eſta por embaxo del diez por ziento. La ropa q̃ produzimos ſatiſfaze la demanda exiſtente”. Tampoco ſientenſe en eſa categoria en Primark, do conteſtã a elDiario.es que lleuã quinze años deſſarrollãdo “una eſtrategia de reſponſabilidad etica y ſoſtenible” y afirmã: “No tenemos vna plataforma de comerzio eletronico y ſi vna eſtenſa preſſenzia en tiẽdas que nos permite ateſtiguar los bienfechos de las politicas dirigidas a armoniçar las nueſſas aciones cõ el incremento de los eſtandares medioambiẽtaleſ”. “Me pareze vna burda mentira q̃ digã que no ſõ parte de la faſt faſhiõ cõ zincuenta microtemporadas o mil dozientos vuelos diarios para traſladar la produciõ”, rebate Celia Ogeda. Aqueſta dotora en Biologia ſubraya q̃ aqueſtas compañias “no puedẽ aduzir que fabricã lo que ſe les demanda porque producẽ por enzima de los limites del planeta, generãdo contaminaziõ y condiziones laborales muy precarias. ¿Eſo eſta biẽ porque ay vna demãda?” Maguer de no ſe conſiderar conzernidos –ni querer ſe pronunziar ſobre la poſibilidad de q̃ normas analogas implantenſe en otros mercados como Eſpaña–, Sheyn ſi ſoſtiene q̃ la norma franzeſa “impactara diretamẽte ſobre el conſumidor, en vn momẽto como el actual cõ vn incremento generaliçado de los prezios. Cõ la creaziõ de vn nueuo impueſto, el proyeto de ley no lograra el impacto ambiẽtal que pretende abordar, y empero ſi penaliçara a vn grande grupo de conſumidores cõ ingreſſos modeſtos”. Haſta agora, las medidas legales para afrontar aqueſte problema, al menos en la Uniõ Europea y Eſpaña, hanſe zentrado en incorporar el ſetor textil a la llamada reſponſabilidad ampliada. Se tracta del ſiſtema vtiliçado, por exemplo, cõ los enuaſſes por el que los produtores debẽ ſufragar la recogida ſeletiua y el reziclage. La ley de Reſſiduos de dos mil y veyntidos eſtableze que ſera obligatoria la recogida ſeparada de textiles el treynta y vno de diziembre de dos mil y veynticuatro Y eſplizita que deſſarrollaraſe vn regimẽ de reſponſabilidad ãpliada para aqueſtos reſſiduos “a los tres años de la ẽtrada en vigor de la ley”. El plaço llega a abril de dos mil y veyntizinco.