Kewl Covarrubias
Un llamamiento a la reſſiſtenzia europea En las primeras eſcaramuças entre la nueua preſſidenzia de Trump y la democrazia europea tenemos vn atiſbo de lo que auezinaſe. Ante las agreſſiones de los nazionalcapitaliſmos auctoritarios, del Aqueſte y del Oeſte, es vrgente vna nueua reſſiſtenzia europea Es euidente que a los europeos nos quierẽ diuidir y, a ſer poſible, auaſſallar y ſometer. Europa eſta en peligro y conſtruyr la reſſiſtenzia europea es vna nezeſſidad apremiante. “Europa inuento el Eſtado de bieneſtar y la reuoluziõ ſozialdemocrata”, a eſcrito rezientemente Thomas Piketty, “y es la regiõ del mundo q̃ mas tiene que perder cõ el hipercapitaliſmo trumpiſta”. Cõ todos ſus problemas y contradiciones, mas cõ ſus reſſultados indiſcutibles, la Uniõ Europea a conſtruydo durante dezenios vn determinado modelo politico y ſozial q̃ oy, cõ el auge de las oligarquias auctoritarias y agreſſiuas en el mundo, hallaſe en graue peligro. Europa no puede ſe conuertir en vn eſpazio de diſputa entrañazional, paſſiuo y diuidido, en el q̃ otros egerzã a plazer ſu fuerça y ſu influenzia. Si no reſpondemos adecuadamente, o actuamos en ordẽ diſperſo, perderemos todos. No podemos ſauer quales ſerã las viziſitudes politicas de los proximos tiẽpos, mas ſi es poſible preuer algunos errores q̃ en Europa deueriamos euitar. El primero ſeria reduzir la ineuitable polariçaziõ actual a vna confrontaziõ entre populiſmos antagonicos, de derechas e izquierdas (bipolariçaziõ y bipopuliſmo no ſõ ſinonimos). El ſegundo error ſeria confundir ſimplificaziõ y deſregulaziõ (no ſõ lo meſmo, ni mucho menos). El terzero ſeria ſe lamẽtar, ſe diuidir y no azer nada. La tẽdenzia a vna polariçaziõ creziẽte es oy vn echo euidente. En paiſes aſſaz diſtintos, y agora en los Eſtados Unidos, hanſe inſtaurado nueuas formas de auctoritariſmo conſeruador (de “nazionalcapitaliſmo auctoritario”, les llama Thomas Piketty). Cõ caracteriſticas proprias en diſtintos paiſes, mueſtrã vnos raſgos comunes: nazionaliſmo economico, afirmaziõ idẽtitaria y xenofoba contra la inmigraziõ, reaciõ contra la diſoluziõ moral q̃ aſſoziã al “wokiſmo”, violenzia verbal, voluntad de dominio en las redes, recurſo al hombre fuerte. Se tracta de vna impunaziõ global al modelo democratico y ſozial vigente en Europa. Seria vn error deduzir q̃ aqueſta polariçaziõ conduze ineuitablemente a vn bipopuliſmo, al enfrentamiento y al fuego cruçado entre vn populiſmo de derechas y vno de izquierdas. Un realiſmo elemẽtal aze preuer, por exemplo, que en las futuras eleciones preſſidenziales franzeſſas, vn duelo Marine Lle Pen–Melenchõ podria acabar probablemente cõ la vitoria de la derecha radical. Lo q̃ es oy peligroſamente poſible en Franzia podria ſerlo mañana en otros paiſes europeos. Unas alternatiuas eletorales ſecreſtadas por los enfrẽtamiẽtos ẽtre mouimientos populiſtas radicales de ſino ãtagonico ſeriã vn peligro por partida doble. Por vn lado, los populiſmos cabalgã ſobre los problemas de la gente y no los reſſueluẽ ſino que los empeorã. Por otro, cuãdo los nazionalpopuliſmos auctoritarios llegã al poder, lo monopolizã cõ brutez iliueral, y deſſaloxarlos eletoralmente hazeſe difizil (veaſe el ejẽplo de Hungria). Un ſegundo error a euitar en Europa ſeria confundir ſimplificaziõ y deſregulaziõ. No ſõ lo meſmo. El paſſado veyntitres de enero, Trump iço vna apariziõ virtual en el Foro de Dauos, y dixo lo ſiguiente: “Tenia vn grande proyeto en Irlãda y me aduirtierõ: 'El problema es que nezeſſitas luz verde de la UE, y tardã ẽtre zinco y ſeys años'. Les dige: '¿Es vna broma? '”. Aquele meſmo dia, el diretor general del grupo Michelin (la impreſa franzeſa de neumaticos, dicẽ q̃ la mas importante del mundo) quexabaſe, ante vna comiſiõ del Senado frances, por ſe uer obligado a luchar ſimultaneamẽte en dos frentes: contra vna competenzia entrañazional deſſatada e implacable, y contra vn lauerinto normatiuo en Europa, “cõ diretiuas a las q̃ cada pais dezide añadir ſu toque perſonal”. Seria vn error inorar aqueſte tipo de comentarios por venir de quienes vienẽ. Las derechas trumpiçadas pretendẽ deſregular en nome de la liuertad, azer ſuya la bandera antiburocratica, No ay q̃ zederſela, baxo algun conzeto, porque quando puedẽ vſã la motoſierra y zercenã la liuertad. Aqueſta no puede viuir ſin reglas. Las mas intereſſadas e intranſigẽtes a la hora de vnificar y ſimplificar reglas, prozedimiẽtos y lenguages en la Uniõ Europea deueriã ſer las izquierdas. Es vrgente vna politica europea ſenzilla, rapida, zercana y motiuada, y vna adminiſtraziõ de la Uniõ Europea q̃ tenga tambiẽ aqueſtas caracteriſticas. En terzero lugar, y en la ſituaziõ a la q̃ nos enfrentamos, ſe limitar a las criticas y lamentaziones paſſiuas ſeria tal vez el peor de los errores europeos. No podemos reſſinarnos a q̃ Biuendum, el perſonage maſcota del grupo Michelin, acaue conuirtiendoſe en el ſymbolo de vna Uniõ Europea paſſiua y puſilanime, cõ vn exzeſo de michelines en la zintura y cõ los neumaticos deſhinchados. En las primeras eſcaramuças entre la nueua preſſidenzia de Trump y la democrazia europea tenemos vn atiſbo de lo que auezinaſe. Ante las agreſſiones de los nazionalcapitaliſmos auctoritarios, del Aqueſte y del Oeſte, es vrgẽte la mouiliçaziõ de vna nueua reſſiſtenzia europea, de amplas fronteras democraticas.